Durante el IV Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana, el área reservada para paladear platillos tradicionales de diversas entidades del país, fue la más concurrida por sus participantes y visitantes. Las tlayudas oaxaqueñas, los salbutes yucatecos y los uchepos michoacanos, fueron los platillos más solicitados durante la tarde.
Otro espacio concurrido fue la conferencia “Las cocinas callejeras: Patrimonio gastronómico y turístico de México”, ofrecida por el académico de la Universidad Anáhuac, Alberto Peralta de Legarreta. De una forma interesante y amena realizó un recorrido histórico para entender cómo es que la comida salió de la cocina para comenzarse a vender en la vía pública. Asimismo, habló de la importancia de la cocina nacional como atractivo turístico y dejó como tema de análisis la “dignificación” de la gastronomía nacional.
“Entre las clases sociales hay cosas que algunos pondrían en sus mesas y otros no, y si lo hacen, tendría que pasar por un proceso culinario de dignificación, es decir, cambiar su look; reducir la porción y utilizar productos de calidad, para que sea digno de su mesa de ricacho. Pero también se da en reversa, cuando el pobre desea lo que hay en la mesa del rico, pero lo arma con sus propios ingredientes y gustos para dignificarlo para su mesa.Es un proceso bidireccional, a lo que llamo la envidia del fogón”, explicó
En tema de sabores pegadores, en la zona de cantinas se vivieron momentos de relajación y degustación de bebidas 100 por ciento mexicanas. Así que la carta estuvo compuesta por cervezas artesanales, vinos mexicanos, tequilas y pulques. Para acercar al público con estas delicias, el viernes pasado se llevó a cabo una cata de mezcal guerrerense.
Uno de los temas más importantes a tratar fue la que invitó a hacer una retrospectiva sobre la cocina, el arte y las artesanías. De esta forma se analizó la importancia de los alimentos bajo la mirada del artista plástico Jorge Gómez Rosas, tema de exposición en “Las Cocinas de México a través de los ojos de un artista” y durante el encuentro de exponentes latinoamericanos en: “Arte y artesanía para la mesa y la cocina”, se concluyó que se debe entender la cadena de valor de cada uno de estos elementos, porque al final se concilian para llegar hasta la comida.