En esta edición, el Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana celebra a las cocinas del Pacífico y reconoce la influencia que el Galeón de Manila tuvo en la configuración de estas expresiones culinarias hasta la actualidad. La primera nave zarpó de Manila, en Filipinas, con rumbo a la Nueva España en 1656, lo que dio inicio a una ruta comercial que duraría más de dos siglos, y que contribuyó a transportar productos de Oriente y de las colonias al continente europeo. Las embarcaciones tocaban tierra en las Californias, después llegaban a Acapulco, cargadas de productos que después eran transportados por tierra hasta Veracruz, para luego ser embarcados rumbo a España.
El recorrido, repetido dos veces por año, generó una huella profunda en las tierras en las que se realizó, transformando las costumbres e influenciando a la comida. Los ingredientes asiá- ticos se integraron a nuestras cocinas a lo largo de los siglos, con especias como la canela, el anís y la pimienta, frutos como los mangos, tamarindos y cocos. En los galeones llegaron también habitantes de aquellas tierras, quienes trajeron consigo técnicas únicas, como las utilizadas para elaborar rebozos, objetos de madera laqueada o talavera. Más allá de Acapulco, las embarcaciones recorrieron también las costas del Pacífico hacia el Sur, y llegaron hasta las costas de Chile y Perú, de donde recogieron productos como la papa, uno de los ingredientes que se integraron a nuestra cocina y a la gastronomía de diversos países europeos. Por otro lado, las migraciones se comenzaron a dar paulatinamente, arrastrando consigo métodos de elaboración que prevalecen hasta hoy en diversos platillos tradicionales, como por ejemplo el cebiche.
El arroz (base de la alimentación de varios países asiáticos) pronto se convirtió en el fundamento de la cocina criolla, que es la base gastronómica de varios países sudamericanos y caribeños hasta la actualidad.