Llegamos a nuestra cuarta convocatoria en un momento de gran auge de las gastronomías a escala global y, como en las ocasiones anteriores, nos proponemos celebrar los logros del año transcurrido aunque nos damos cuenta de que, cuando se trata de trabajar sobre cocina y alimentación, la carrera para ponernos al corriente no tiene fin. Como en todo proceso, observamos cómo se va abriendo el espectro de cuestiones que nos interpelan ahora que se ha puesto de moda comer bueno, limpio y justo, como manda Slow Food. En ese sentido, ¿qué nos toca a los miembros de esa comunidad internacional que forma parte de la globalidad? Sería bueno reconocer que México dio un paso fundamental al lograr el reconocimiento de su cocina tradicional como patrimonio cultural por parte de la UNESCO, y que, por ese hecho, gana una herramienta para su protección. Al mismo tiempo, el país se obliga a tomar las medidas necesarias para rescatarlo y promoverlo, y para colaborar en el concierto mundial con los que se preocupan del futuro de la alimentación en el planeta. Por ello, el Foro se propone seguir desarrollando la reflexión tanto sobre temas cruciales que nos incumben de modo directo, como sobre los retos y promesas que implica el auge actual de las cocinas locales, o como la solución del aparente dilema entre la producción de alimentos para los mexicanos o los alimentos para la exportación. Es importante definir las condiciones y dotar de los elementos esenciales a los destinos turísticos basados en la gastronomía, así como entender que una gastronomía con identidad, como la nuestra, necesita una legión de gente profesional y bien formada en instituciones educativas a la altura de los desafíos. Como en los años anteriores, al Foro acudirán los productores de alimentos, las cocineras tradicionales, los chefs y profesionales de la cocina de todo el país; también los docentes y los estudiantes. En esta ocasión se abordarán dos campos temáticos principales relacionados con la cocina mexicana y las cocinas del Pacífico americano y, por otro lado, se analizará la importante función del arte y la artesanía como parte de la cultura de la mesa y de los modos de cocinar. Habrá también una nueva sección de importancia fundamental para México, se trata de una Expo alrededor de los destinos gastronómicos del país que podrán promoverse frente al turismo nacional e internacional. La prensa y los compradores especializados contarán con una mesa de negocios para ese propósito. También, por primera ocasión, el Foro promoverá el intercambio entre empresarios gastronómicos estadounidenses y productores nacionales, en una reunión que favorecerá a ambos grupos. La convocatoria incluye la invitación a Filipinas y volverá a contar con el área infantil, y un vasto programa cultural desplegado en los espléndido espacios del CENART. Así se plasma en un solo escenario el esfuerzo de toda una comunidad abocada a la defensa de nuestro incomparable patrimonio culinario; así unimos esfuerzos para dar contenido a las políticas del gobierno, coincidentes con nuestras propias metas que buscan, ni más ni menos, lograr que la cocina mexicana crezca, florezca y, por sus cualidades, sea apreciada en todo el mundo.