Por Marcela Acosta.
De acuerdo con la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, se entiende por “patrimonio cultural inmaterial los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales asociados a esas prácticas- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”.
“Este patrimonio vivo se transmite de generación en generación y se recrea -es decir, se practica o se ejecuta permanentemente- por las comunidades y grupos en función de su medio, su interacción con la naturaleza y su historia, lo cual les proporciona un sentimiento de identidad y continuidad que contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”.
El patrimonio inmaterial se manifiesta en cinco ámbitos: a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) técnicas artesanales tradicionales.
La “salvaguardia” se refiere a las medidas para garantizar la viabilidad de este patrimonio inmaterial, que son la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos. Estas medidas son responsabilidad de los Estados Parte, es decir, los países que han ratificado la Convención.
Para dar a conocer mejor el patrimonio cultural inmaterial, lograr que se tome mayor conciencia de su importancia y propiciar formas de diálogo que respeten la diversidad cultural se creó la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que se compone de las expresiones que ilustran la diversidad del patrimonio.
Los bienes inscritos bajo esta convención se denominan elementos.
México ha inscrito 11 elementos en esta lista, y La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva – El paradigma de Michoacán, se inscribió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.
La cocina está ligada a los conocimientos relacionados con la naturaleza y el universo y con los saberes y destrezas artesanales. Es tradicional, contemporánea y viviente a un mismo tiempo e incluye tradiciones del pasado así como usos rurales y urbanos contemporáneos característicos de los grupos culturales.
El Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM) es el organismo consultivo de la UNESCO que tiene como fin esencial la preservación, rescate, salvaguardia y promoción de usos, costumbres, productos, prácticas culturales y saberes de la cocina tradicional mexicana.
El Conservatorio elaboró el expediente y gestionó la inscripción de este elemento y ha dado seguimiento a las acciones requeridas por las Directrices Operativas para la aplicación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Como parte del Plan de Salvaguardia de la Cocina Tradicional Mexicana se organiza el Foro Mundial de la Gastronomía Mexicana cuya 8ª edición tendrá lugar en Morelia, del 24 al 26 de noviembre de 2023.
El Foro convoca a cocineras tradicionales que son las portadoras de la tradición, chefs, productores, artesanos, especialistas, estudiantes y docentes relacionados con la cultura culinaria, la actividad turística y el sistema alimentario.
El programa contempla encuentros de cocineras tradicionales de México, España, Italia, Rumania y Georgia, Mesas de Negocios, Expo Arte y Artesanía de la Mesa y la Cocina, Carrusel Gastronómico, Exposición de Productores y un rico Programa Académico.